miércoles, 12 de febrero de 2020

Hemeroteca de sucesos: Incendio del Windsor 15/02/2005

Casi todas las bibliotecas cuentan con una sección de hemeroteca, y Una Biblioteca Rolera no será diferente. Como narrador, la realidad es una de mis principales fuentes de inspiración a la hora de pergeñar historias para aventuras roleras, si no la mayor de ellas, de modo que hoy comenzaremos a poblar las baldas de esta nueva sección con un suceso que se ha convertido en clásico del misterio en la capital española.

La noche del 12 de febrero de 2005, a eso de las once y media - la misma hora que ahora mismo - saltaban las alarmas en el parque de bomberos de Santa Engracia. La llamada de un vigilante de seguridad de la Torre Windsor alertaba de la existencia de un incendio de grandes dimensiones en los pisos superiores de la torre. Los bomberos tardaron sólo cuatro minutos en llegar a los pies de la torre, pero para entonces el incendio había alcanzado ya una magnitud y potencia contra la que ellos solos no podían - ni debían - enfrentarse. Además, la Comunidad de Madrid no contaba con grúas lo suficientemente altas como para hacer llegar el agua a una altura tan elevada.

Comenzaba así una larga lucha contra el fuego en dos frentes principales: la contención del incendio de la propia torre, y la protección de los edificios colindantes. Fueron horas de arduos trabajos, pero también de labor constante de seguimiento por parte de los medios de comunicación, desgranando detalles que fueron exponiéndose al público, tanto referentes a las posibles causas del incendio como a las circunstancias extrañas que se daban en el mismo.

Guardo un vívido recuerdo de aquella noche. Estaba cenando con una pareja de amigos en un restaurante cuando nuestros teléfonos móviles comenzaron a sonar al mismo tiempo. Vimos antes de descolgar que eran nuestras madres respectivas, y respondimos mirándonos extrañados. Nos querían avisar de que no nos acercásemos a la zona de Azca porque había un incendio en un edificio junto al centro comercial. Estábamos en Nuñez de Balboa y, la verdad, no teníamos intención inicial de acercarnos por allí, pero claro... ahora nos había picado la curiosidad, así que fuimos para allá a pié sin perder más tiempo que el justo para pagar la cuenta.

Cuando llegamos ya estaba montado el cordón de seguridad en el Paseo de la Castellana, cortado a la altura de la plaza de San Juan de la Cruz. Desde allí podíamos ver perfectamente las llamas que devoraban la estructura superior del Windsor, lo cual ya era bastante impresionante de por si. Pero, poco después de llegar, comenzaron a caer fragmentos de papel quemado. Si quería tener una imagen evocadora grabada en mi retina, ahí estaba. Recuerdo que cogí varios. Ya a esas tempranas horas corría el rumor de que el fuego podía haber sido provocado para destruir documentación comprometedora para alguna de las empresas cuyas oficinas se encontraban en el inmueble. Lo que no se sabía era si había víctimas mortales. Aunque mi vena periodística me había llevado hasta allí a escape nunca he querido pecar de frívolo, y quedarme con aquellos papeles, por alguna razón, me lo parecía, así que minutos después los acabé tirando. Quién sabe, igual en ellos había alguna respuesta a las preguntas que, quince años después, siguen pendientes de resolver.

Pero a lo que vamos... este suceso puede suponer un buen punto de partida, o un elemento alrededor del cual centrar una historia para una sesión o incluso campaña rolera, y se podría abordar desde muy variadas perspectivas. Os dejo aquí algunas ideas para diversos juegos:

Walküre: El incendio formó parte de una operación encubierta estadounidense para hacerse con documentación comprometida del Ministerio de Defensa español. En dicha documentación, guardada en la famosa caja fuerte ignífuga del piso 21, se detallaban varias instalaciones del ejército español en las cuáles se estaban ensayando prototipos alemanes como parte de un acuerdo secreto de colaboración hispano-germano. Días después, el Reich alemán ordena a su flota de submarinos montar un bloqueo en aguas francesas y portuguesas, y la Unión Europea anuncia nuevas medidas de seguridad para evitar la entrada y salida de mercancías ilegales. Los rumores en las webs de conspiración apuntan que todo este despliegue se debe a que el operativo estadounidense aún no ha logrado abandonar suelo español, y hay quien apunta que la URSS ha enviado a su propios efectivos para arrebatar a los americanos lo que hayan podido obtener.

Vampiro: Se cuenta en el Elíseo que el incendio fue el resultado colateral del ataque de un grupo de cazadores al refugio de uno de los vampiros más influyentes en la ciudad. No está claro si fueron los primeros quienes recurrieron a las llamas para destruirlo, o si fue éste quien, siendo un conocido taumaturgo, incendió el inmueble para ensayar una huida desesperada. No obstante, existen también informaciones contradictorias, y rumores de que, en realidad, fue una simple lucha de poder entre antiguos, o algo más siniestro: un ataque de la inquisición del Sabbat contra un infernalista de incógnito, el cual desató el infierno sobre sus perseguidores.

Hardboiled: Sólo ahora sale a la luz que el intrigante Comisario Villarejo pudo tener algo que ver con el incendio del Windsor para tapar trapos sucios de uno de sus clientes. Pero hay alguien más que también lo sabe: aquellos a quienes empleó para llevar a cabo esa complicada operación encubierta, eso a quienes la prensa bautizó como "los fantasmas del Windsor". Hubo en su día un grupo de especialistas de las fuerzas de seguridad del Estado, y también algunos individuos que representaban intereses tanto de las empresas que tenían oficinas en el inmueble, como de las aseguradoras que le daban cobertura, que investigaron estos hechos. ¿Se sabrá algún día la verdad? ¿O hará falta reunir a un nuevo grupo de investigadores para terminar de esclarecer lo sucedido?

Cthulhu: Pocos lo saben, pero aquella noche el mal menor fue que se incendiara un edificio. Aquél ambicioso grupo de sectarios lo tenía todo preparado para su gran ritual: el edificio vacío, los componentes preparados, una localización ideal. Todo era perfecto... excepto el propio ritual. Aquella noche algo fue llamado por error a nuestro mundo a través de un portal místico y blasfemo, algo que tenía hambre de la misma esencia de la realidad y que hedía a la putrefacción de las carcasas de mundos carcomidos y muertos. Pero... ¿acaso lo supieron aquellos sectarios, siquiera en sus últimos momentos antes de perder la cordura? ¿Fueron ellos quienes desataron un virulento incendio para destruir a aquella terrible fuerza ajena, o fue el esfuerzo de un grupo antagonista, ya fuera por heroísmo o por una ambición igual de malsana? Dicen que aquella noche el fuego brilló con luces azules. Los expertos dijeron que fue la elevada temperatura del fuego, pero yo sé... yo sé que fue la combustión de la fétida carne de un horror sin nombre la que provocó aquellas luces antes del fin.

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