Aventura para D&D - El Último Amanecer

Aún me quedan unas pocas aventuras por rescatar del baúl de Fragmentos de Rol. Hoy voy a añadir a los estantes de la sección de Aventuras de ésta biblioteca una a la que le tengo cierto cariño.

El Último Anochecer es una aventura pensada para D&D 3.5 en la que los jugadores llevarán personajes orcos y/o semiorcos pertenecientes a un clan de las montañas que se dispone a asaltar varias aldeas en su radio de acción. Si, estáis leyendo bien: hoy jugaremos a ser los antagonistas en lugar de los buenos. El primer objetivo en su camino es la aldea de Kilrath, un enclave fronterizo dedicado a la minería, y lugar de paso para aventureros. Los "héroes" serán enviados por su caudillo tribal para sembrar el pánico y socavar las defensas de Kilrath antes de lanzar contra ella al grueso de su horda y continuar adentrándose en el territorio.

Esta la tercera aventura que preparo para D&D en mi vida y la primera que incluye un pequeño y sencillo dungeon, así que no seáis duros conmigo. También tiene el pequeño honor de ser una de las últimas aventuras que preparé en su día del modo que lo hacía antaño, tratando de imitar al máximo el aspecto y la presentación del juego original. Después de ésta, poco tiempo he podido dedicar a detalles como ése. Espero que la disfrutéis :)

D&D - El Último Anochecer

Recomendaciones del bibliotecario en cuarentena

Una de las ventajas de tener carnet de lector en Una Biblioteca Rolera es que la lectura sí está considerada como una actividad esencial durante el confinamiento, y por tanto las puertas de esta humilde colección siguen abiertas para todos con beneplácito gubernamental.

Diréis "Es una hermosa fantasía ésta. Falaz y descarada, pero hermosa. ¡La lectura no se considera actividad esencial!". Y yo os responderé: Como bibliotecario jamás podré refrendar eso.

Me lloran los ojos ante la multitud de noticias que hablan de la otra pandemia que azota a nuestra sociedad: el aburrimiento. Un país - qué digo un país, medio mundo ya - recluido en su casa y azotado por el amargo látigo del hastío. Bien, puedo comprender que aquellos legos en esto del rol y desacostumbrados a exigirle a su imaginación esfuerzos encuentren difícil encontrar algo en lo que entretenerse y encontrar solaz durante ésta novedosa y dura prueba a la que nos hemos de someter en aras de combatir el auge de un virus invasor. Una vez que han comprobado que todo en televisión es coronavirus, coronavirus, coronavirus - incluso en los detestables programas del corazón -, que ya no caben en el almacenamiento de sus móviles más memes ni vídeos ni canciones dirigidas al epicentro de su sobreexcitada sensibilidad y que no quedan en sus agendas más teléfonos de amigos y parientes lejanos a los que llamar, quizá sean entendibles su desesperación y falta de ideas. ¿Pero eso mismo en un rolero? Intolerable.