lunes, 27 de enero de 2020

Cuidados del libro: Consejos generales II

Nota del Bibliotecario: Segunda entrega de la trilogía de entradas sobre el cuidado de los libros en general. Como la anterior, he revisado y aligerado de forma muy somera el texto.

Entrada publicada originalmente en el blog Fragmentos de Rol el 13/04/2015

Manos negras, páginas negras

Las madres y los padres nos obligaban a lavaros las manos antes de comer, pero lo más probable es que nadie se molestase en enseñarnos que también debíamos hacerlo antes de leer. La suciedad es uno de los mayores enemigos de los libros, si no el mayor. Un libro con los cantos amarilleados por el tiempo o el sol tiene aspecto de viejo, pero un libro con cantos o páginas ennegrecidas o llenas de marcas de dedos o manchas suscita reparo, excepto a los hongos e insectos que lo miran con ojos anhelantes.

No es algo inaudito picar o beber algo mientras se lee, pero los roleros lo hacemos casi por defecto durante cada partida. Nuestros libros están constantemente expuestos al riesgo de ser manoseados por manos pringosas (grasa de patatas fritas, chocolate de donettes, queso de pizza... mmmm, pizzaaaaaa), o a recibir un baño de refresco o cerveza no deseado. Es casi inevitable que tarde o temprano ocurra algo de esto a alguno de nuestros manuales, porque tampoco vamos a tener los libros metidos en una urna: después de todo son para jugar. A pesar de todo, cuesta realmente poco tener una servilleta a mano para limpiarse las manos, o dejar la bebida y la comida lo más razonablemente apartadas de los libros mientras jugamos. Como es lógico, las manchas de comida deterioran la salud del libro y favorecen la proliferación de hongos y mohos. Para ellos no aplica aquello de que si se mancha la ficha, el pj sobrevive; si un libro se mancha, su esperanza de vida disminuye. Y esto va para quienes aún se chupan el dedo para pasar las páginas: es una cerdada, tal y como suena. No sólo mancháis el libro, también os exponéis a pillar cualquier enfermedad que tuviera el anterior dueño o lector, o alguna cosa peor. Recordad a fray Jorge de Burgos.

Un ejemplo de accidente con líquido
Dicho esto, ¿se pueden "arreglar" las manchas de grasa en los libros?. Pues aparte de las soluciones profesionales, podéis probar lo siguiente: cubrir la mancha con un poco de talco, dejarlo actuar por 15 minutos, y luego pasarle una plancha caliente (sin vapor) por encima, utilizando entre la plancha y la mancha un papel secante. Comprobado que funciona relativamente bien, aunque no quita la coloración adquirida si el líquido era algo diferente al agua, y sólo cuando el derrame es reciente.

¿Y para los libros mojados?. Si el accidente acaba de ocurrir, podéis armaros de paciencia y una plancha (de nuevo, sin vapor) y un papel secante, e ir hoja por hoja planchando las páginas contra una superficie plana. No van a quedar como el primer día, eso seguro, pero puede que evites que queden totalmente arrugadas. Hacerlo es trabajoso, y hay que tener cuidado para no rasgar el papel mojado, plancharlo sin pliegues ni tampoco quemarlo.

Lo que nunca he probado hasta la fecha es tratar de planchar un libro que se mojase hace tiempo. En teoría, humedeciendo un poco la página se podría repetir el mismo proceso, pero es posible que el papel ya esté demasiado dañado y el resultado no sea el esperado. Restauraciones así están, creo, al alcance únicamente de profesionales.

Los libros, como los vampiros: ocultos del sol

...o acabarán como Picasso
Es recomendable que tengáis los libros en una estantería que no reciba luz directa del sol, ya que ésta "quema" el papel y los colores. Lo habéis visto mil veces en las marquesinas de los cines, en los anuncios de carretera o en los escaparates de las tiendas, y en casa pasa lo mismo: el sol transforma todos los colores en tonos de azul y amarillea las páginas interiores. Como con lo de escribir encima, que lo comento más adelante, los desperfectos son básicamente estéticos, pero a la larga también vuelve el papel más quebradizo al perder la elasticidad y la humedad normales del material.

Escribir sobre las cubiertas

Otra malísima costumbre que muchos roleros tenemos es escribir notas o rellenar fichas utilizando el propio manual como apoyo. He visto libros en los que cualquier detective de novela podría encontrar pruebas haciendo el truco del lápiz sobre ellos.

Esto "sólo" provoca daños estéticos en el libro, aunque si algún día quisiérais deshaceros de él es una de las cosas que los compradores de libros de segunda mano suelen tener en cuenta. No obstante, el principal acicate para cuidar nuestros libros debería ser que estén en buenas condiciones para nuestro propio uso, y debería valer para desterrar éste tipo de prácticas contra ellos.

Usad marcapáginas adecuados

Los mejores marcapáginas son de papel o cartón fino, pero no siempre los tenemos a mano, ¿verdad? Las notas adhesivas, tipo post-it, son bastante socorridas, pero el adhesivo mancha la página al cabo del tiempo y la deja pegajosa. Si usáis objetos con volumen, como por ejemplo un boli o un lápiz, y dejáis el libro cerrado, el peso de las páginas forzará la encuadernación y la acabará aflojando y rompiendo, además de dejar marcas o arrugas en la página que habréis dejado marcada, de hecho,  quizá para siempre.

Di "NO" al celo y al forro adhesivo

El celo, ése amigo fiel y siempre tan a mano, tiene un pegamento bastante ácido que deja indefectiblemente, y al cabo de no muchos días, una marca indeleble en el papel del libro. Con el tiempo, además, éste adhesivo se malogra y comienza a desprenderse, sobretodo si se expone al calor, dejando la superficie del papel pegajosa y manchada.

Restos de adhesivo
Es difícil conseguir limpiarlo, y directamente imposible no dejar rastro de ello. En el papel poroso la mancha permanecerá para siempre, a menos que se conozcan y usen técnicas de limpieza avanzadas, que normalmente no están al alcance de gente no profesional. Si hay suerte y el celo se ha puesto sobre una cubierta de papel satinado, o por ejemplo se trata de la pegatina del precio (que deberían quitarse nada más comprar el libro), se puede retirar y limpiar con un algodón humedecido en alcohol o agua, sin hacer presión y con cuidado de que no nos llevemos el color.

En cuanto al forro adhesivo, transparente o no, tampoco tiene buena solución. Si es bueno, no se desprende y lo han pegado sin ondas, mejor no tocarlo y dejarlo como está. Si el adhesivo se ha estropeado y la cubierta es satinada, aún podría haber alguna posibilidad, pero es muy probable que por mucho que lo limpiéis, la cubierta se quede con un tono más oscuro y un tacto diferente, y como veis en la foto, la parte interior se quedará manchada sin solución.

Leer sin forzar la encuadernación

¿Quiénes no habéis escuchado el lastimero crujido de un libro al abrirlo de par en par?. Es complicado no caer en esto, sobretodo quizá los narradores/masters, ya que solemos tener el libro abierto para consultar la ficha del pnj con el que los jugadores se están zurrando, o el plano del dungeon, por mencionar algunos ejemplos. Abrir un libro en 180º, a menos que tenga una encuadernación muy buena (y hay que decir que, aunque esto ha ido mejorando con los años, en general la mayoría de los suplementos de rol no la tienen Nota de 2020: Hoy ya no diría tanto) es garantía de que en el futuro tendrás las páginas sueltas.

La ubicación de la estantería

Páginas sueltas
Por último, es interesante elegir un buen lugar para que esté ubicada la estantería donde tienes tu colección. Como ya he dicho más arriba, un sitio donde le dé la luz directa del sol no es recomendable, o nos comerá el color del canto de los libros. Tampoco es recomendable que haya cerca (y cuando hablamos de cerca me refiero a menos de metro o metro y medio) fuentes de calor, como un radiador, ya que las temperaturas altas resecan el papel de los libros y lo vuelven quebradizo. Los ordenadores tampoco son buena compañía ya que, además de desprender calor, acumulan polvo cerca, sobre y dentro de ellos.

También deben evitarse las fuentes de humedad, como peceras o tendederos de ropa (de hecho, un combo tremendo es tener un radiador cerca con ropa húmeda para secar encima. Repoker). Y aunque me parece algo totalmente evidente, la cocina y el baño tampoco son buenos lugares para tener libros, con excepción de algún sufrido Simone Ortega en el primer caso.

Y con esto doy por terminada la entrada. La mayoría de las cosas que os he contado son bastante lógicas, y estoy seguro de que al leerlas quizá os haya parecido hasta un poco absurdo recordarlas, pero ya que me ponía en plan bibliotecario no quería dejarme nada en el tintero y nunca viene mal recordar las cosas más básicas, pues por básicas a veces son a las que menos atención prestamos.

Espero que os haya parecido interesante y, sobretodo, espero que algo de todo ello os ayude a tener vuestros libros en buenas condiciones para seguir disfrutando de ellos hasta la tercera edad y más allá.

4 comentarios:

  1. he leido tus dos reseñas y estoy totalmente de acuerdo contigo, casi diria que te falta algo tan obvio como algunas cosas que has puesto y que quizas te de pie a otra entrada, y es tecnicas para consevar los libros que esten bien, como por ejemplo las fundas protectoras de plastico sin acido que se usan para preservar en condiciones los comics.

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    1. Me alegro de que te hayan gustado, Traso :) Detalles como ése que mencionas también son interesantes, aunque para mi entran ya dentro de los cuidados "pro", digamos, en otro nivel distinto a los más bien trucos caseros que yo he comentado. Pero si, por supuesto, igual que en caso de tener que guardarlos o trasladarlos en cajas se puede utilizar cartón de conservación de ph neutro para evitar deterioros. Y ya no hablemos del control de humedad.

      Gracias por pasarte y comentar.

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  2. joe, en mi nueva casa en la que llevo un par de años, lo 1º que hice fue comprarme una estanteria para los juegos y vamos, clavo todo lo que no se debe hacer. Hay radiador, a veces ademas uso ese cuarto para poner el tipico colgador de ropa, y dentro de poco voy a poner ahi la mesa con el ordenador XDD. Lo que igual se soluciona es el tema radiador al desplazar la estanteria 1 metrito mas.

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    1. Hola Iñigo RZ. Tranquilo, normalmente es difícil cumplir con todas las recomendaciones de conservación. Yo mismo tengo mis estanterías en la misma habitación donde tengo el ordenador, y lo que es peor, por la tarde reciben directamente la luz del sol (o lo harían si no tuviera normalmente bajada la persiana y el estor). Lo de la ropa mojada si que es algo que en lo posible es mejor evitar, y si efectivamente puedes alejar un poco la estantería del radiador, mejor.

      Gracias por comentar, espero que te haya sido útil :)

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